miércoles, 26 de agosto de 2015

HISTORIA DE TERROR LA MUJER DE BLANCO


La mujer de blaco


En el año de 2007 en las calles de Bruno Martínez, Rayón y Zaragoza, se aparece una mujer vestida de blanco con una vela prendida. 

La gente de ese lugar en Cuencamé, Durango al norte de Méxco, dicen que la ha visto. Algunos comentan que se trata de un espíritu bueno o que tal vez anda en pena porque no puede descansar en paz. 

Ella siempre se aparece, los días domingos, a las dos de la mañana. La señora Lucina, vecina de estas calles dice que ya la ha visto en repetidas ocasiones, y que en la esquina de su casa ahí se aparece y viene caminando y se mete en casa de una señora de nombre doña Victoria. 

Doña Victoria dice que la mujer se mete a su cuarto y se pone a rezar y que cuando acaba de rezar se va, entonces ella sigue su camino y se inca en la otra esquina y vuelve a rezar otro rosario, y apaga la vela. 

A los quince minutos la vuelve a prender y se va por la calle Zaragoza y va tirando tierra, hasta que llega al panteón y se mete; pero no abre la puerta, sino que la traspasa y enfrente del descanso vuelve a rezar. 

Después se dirige a una tumba y llora mucho, ahí deja la vela prendida, se quita el rebozo que le cubre la cabeza y después regresa nuevamente al descanso y desaparece en la puerta del panteón. 

Se dice que la tumba que visita es de su hijo que esta muerto. 

Cuenta la historia que ella murió primero que su hijo, y que se siente culpable por la muerte de él, porque su hijo le pedía que lo llevara con ella; y ella después de la muerte se lo concedió. El muchacho le pedía que nunca dejara de visitarlo aunque fuera en el panteón. 

Esta es la causa de las visitas nocturnas de la mujer de blanco a la tumba de su hijo. 

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